AFP
SAO PAULO, Brasil.- Ventiscas en los EE.UU., una ola de calor en Brasil e inundaciones mortales en México. Las anomalías climáticas que ocurren estos días en el continente americano se deben al fenómeno climático El Niño, que perturba cada dos o siete años los sistemas atmosféricos.

Los habitantes de Nueva York y Washington, en Estados Unidos, fueron tapados bajo aluviones de nieve que obligaron a cerrar escuelas, oficinas del gobierno federal y la sede de las  Naciones Unidas (ONU), y, además, precisaron suspender cientos de vuelos.

La zona de Washington amaneció ayer soleada, pero enterrada bajo más de un metro de nieve helada. Mientras, los meteorólogos pronostican una tercera tormenta con nieve en el nordeste de Estados Unidos para el domingo o el lunes.

Publicidad

En Nueva York, las escuelas  reabrían ayer, un día después de que el alcalde Michael Bloomberg canceló las clases, y  los trabajadores municipales cumplen horas extras para despejar carreteras y calles.

Calor e inundaciones
Al mismo tiempo, a miles de kilómetros de allí, Río de Janeiro sudaba bajo su peor ola de calor en 50 años, con temperaturas superiores a las del desierto del Sahara, según los servicios meteorológicos brasileños.

El martes, ninguna parte del planeta superó los 43,9°C registrados en Río, salvo Ada-Foah, ciudad situada en el este de Ghana, en África, donde la temperatura alcanzó los 46,3°C, según datos de la Organización Mundial de Meteorología.

Publicidad

En Santos (sur de Brasil), 32 ancianos fallecieron entre lunes y martes por el calor, indicó el servicio municipal de Salud.

Al mismo tiempo, se registran inundaciones mortales: en el mismo Brasil, las lluvias, que llevan dos meses cayendo, ya mataron a más de 70 personas, mientras que en México, donde hubo inesperados aguaceros en la mitad oeste del país, 42 cadáveres fueron sacados de casas afectadas por inundaciones.

Publicidad

Otras diez personas han muerto en Bolivia, donde un diluvio afectó a 22.000 familias y dañó grandes extensiones de cultivos; mientras que en Perú, las autoridades tuvieron que enfrentar graves inundaciones que aislaron sus famosas ruinas incaicas de Machu Picchu, obligando a evacuar por aire a unos 2.200 turistas que quedaron bloqueados el mes pasado.