Lo sucedido con Teleamazonas y con la Voz de Arutam no es solo con ellos. Es también con todos los ecuatorianos que creemos en la libertad.

En consecuencia, consideramos que toda medida que atente contra los medios independientes es intolerable, pues vulnera los valores fundamentales de la democracia, que están amparados en la Constitución de la República y en los tratados internacionales aceptados por el Ecuador.

Nos sorprende la coincidencia de estas acciones con el inicio del debate de la Ley de Comunicación en la Asamblea Nacional y con la celebración de un acuerdo democrático de la mayoría de bloques parlamentarios- oficiales y de oposición- que desechó las pretensiones controladoras del proyecto inicial.

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Nuestro compromiso es con los ciudadanos ecuatorianos. Manifestamos que no vamos a ceder en nuestra tarea diaria y que, si las sanciones se ciernen sobre nosotros, estaremos dispuestos a enfrentar todas sus consecuencias antijurídicas, pues la libertad de expresión debe ser defendida por todos los ecuatorianos sin temor y con absoluta convicción.

La historia nacional está llena de ejemplos en los cuales el pueblo ha honrado el legado de Eugenio Espejo, de Juan Montalvo y de otros tantos que, con la valentía de su pluma y de su voz, dieron lustre a las libertades que nos dejaron los héroes y mártires de la Independencia.