Eran las 21:30 del miércoles pasado cuando María Mosquera se enteró de que había un menor quemado en el hospital de niños Francisco de Ycaza Bustamante. Una hora antes, su hijo Jeremy Bravo, de 5 años,  desapareció en un arrasador incendio que destruyó 46 viviendas, entre esas la suya,  en la cooperativa Nuevo Rumbo, en la Isla Trinitaria.

Ella y su cuñada Cinthya Bravo se trasladaron a la casa de salud, donde preguntaron por su hijo, quien al ingresar a ese establecimiento había dado el nombre de su mamá. A esa misma hora, pero en Aguas Verdes, Perú, su esposo, Víctor Bravo, se enteró del fatal suceso.

Ayer ambos se reencontraron tras siete días de ausencia para recordar que a su hijo le gusta cantar salmos bíblicos, jugar fútbol y hacer dibujos.

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En el día pasaron preocupados y orando por la salud de su pequeño. Pero esa angustia terminó en llanto al conocer que Jeremy no sobrevivió a las graves quemaduras. El niño murió pasadas las 16:00 en la Unidad de Quemados del hospital.

El infante está siendo velado en la casa de su abuela materna, ubicada en la cooperativa Antonio Neumane, en la isla Trinitaria, cercana al sector donde ocurrió el flagelo.

Horas antes, María y Víctor, ambos cristianos evangélicos, mantenían la esperanza de que un “milagro” salvara al niño.

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Ellos esperan enterrarlo mañana al medio día para darle tiempo a que sus medios hermanos (de parte de padre) lleguen a darle el último adiós, provenientes de Esmeraldas.

Aún no saben dónde enterrar el cuerpo, contó Víctor.

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María, en cambio, no entiende en qué momento su hijo regresó a la vivienda en llamas.

Ella recuerda que estaba conversando con un pastor de su iglesia, a las 19:00, cuando vio salir humo de la parte trasera de su casa. “Me apresuré a sacar los dos tanques de gas, vi que mi hijo estaba jugando afuera, por eso no me preocupé”.

Sin embargo, cuando regresó  para sacar los libros de sus otros cinco hijos ya no pudo hacerlo porque las llamas se lo impidieron. “Al salir ya no vi a mi hijo, lo busqué, después me enteré de que había un niño quemado en el hospital”.

La emergencia provocó que enviara a sus otros hijos: David, Martha, Deri, Melanie y María,  entre 15 y 7 años, a la casa de Elodía Carabalí, madre de María, en la cooperativa Antonio Neumane, de la isla Trinitaria, mientras esperan la recuperación de Jeremy.

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Detalles: Colaboración
Velación
Los restos del Jeremy Bravo están siendo velados en la cooperativa Antonio Neumane, en la isla Trinitaria.

Hogar
Víctor Bravo, padre del menor fallecido, espera que el Cabildo o alguna entidad les done un solar, que no sea en el lugar donde ocurrió el accidente, pues quieren tratar de olvidar el suceso.

Contribución económica
Para ayudar a esta familia llamar al (08) 597-3668.