En la esquina de Gómez Rendón y Esmeraldas, cerca de cinco tríos de música nacional esperan por clientes. El Costa Grande es uno de ellos.

Franklin Zambrano, de 40 años, es un miembro de esta agrupación, que la integró desde sus inicios, en febrero del 2004. Junto a Pepe y Gonzalo Rodríguez, su talento llega a varias casas todas las noches, especialmente hoy y mañana, cuando se celebra el Día de la Madre.

“Un día de esta semana tocamos para unas dos o tres familias y cantamos seis canciones por $ 70; si nos piden más, es otro billetito, pero ya les  cobramos menos”, dice Zambrano.

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Lleva 29 años como músico y sigue sentimental como en los primeros días, en especial cuando entona canciones para su mamá. Se le escapa alguna lágrima con temas como A la sombra de mi madre.

El trío Costa Grande ya tiene su repertorio para esta fecha, que incluye temas de Julio Jaramillo y Leo Dan, pero –agrega– la más pedida es Amor eterno, de Juan Gabriel.

Estas mismas canciones son las más coreadas por las madres, a quienes también el trío Los Amigos les ofrece serenatas. Su director, Wilson Pazmiño, de 60 años y 30 como músico, llega cada noche a la esquina de Lorenzo de Garaycoa y Luque, a la espera de clientes.

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Lo hace junto a dos jóvenes peruanos que llegaron a Guayaquil hace dos meses: Cristhian Mendoza (trompetista) y Paúl Ortiz (guitarrista), quienes conocen varias ciudades del país gracias a la música.

“Hemos estado en Machala, Huaquillas, Loja. Lo bonito de Ecuador es que tiene identidad, pues toda la gente sabe lo que tiene, en este caso, artistas de gran talla como Julio Jaramillo”, comenta Cristhian.

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Los Amigos ya están preparados para el duro trabajo que les espera desde las 18:00 de hoy. Además del trío, ellos también integran el mariachi Vendaval, con el que tienen seis contratos confirmados para mañana.

Aunque Mendoza y Ortiz no estarán con sus madres, ellos viajarán el lunes a sus ciudades, Piura y Talara, para visitarlas. “Le compraré un regalo y le expresaré lo tan importante que es para mí”, afirma Mendoza.

Además de los tríos de música nacional, los mariachis se incluyen entre los preferidos para agasajar a mamá en su día.

El Imperial de México, en Gómez Rendón entre Los Ríos y Esmeraldas, incluye en su repertorio seis canciones a un costo de entre $ 100 y $ 120, con temas tradicionales como A mi madre, Ni por mil puñados de oro, Canto a la madre y Por el amor a mi madre. En otras fechas, por ese valor cantan 10 temas.

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Su director, John Alberto Paltán, se integró al mariachi Arriba Arriba cuando viajó “por aventurarse” a Danbury, Estados Unidos, en el 2004.

Cuando regresó al país, en el 2006, decidió formar su propio conjunto. Hasta la tarde de ayer tenía 60 contratos confirmados y para abastecer la demanda iban a dividirse en dos grupos.

Catalina Solís, una de las cantantes, soporta el trabajo de estos días –que comienza a las 18:00 y termina mañana a las 15:00– tomando medicina para la garganta y cuidando su voz.

A la cuadra siguiente del mariachi Imperial se ubica Sol de México, un conjunto que fue traído a esta ciudad desde Quito en el 2002 por su director, Oswaldo Jami, de 49 años y oriundo de Loja. En la capital, el grupo tenía como nombre Mariachi México Lindo.

Vino a Guayaquil por invitación del músico Cristóbal Castro, para la conformación de un nuevo conjunto musical.

En el mariachi trabajan actualmente tres de los cinco hijos de Jami, de un grupo conformado por ocho artistas.

Iván, Luis y Jefferson Jami, quiteños de 24, 22 y 19 años, en ese orden, se sienten profesionales porque desde los 14 años forman parte de un mariachi.
Aunque para Luis es gratificante que su padre lo haya considerado para que integre el elenco musical,  él –expresa– aspira a más.

“En unos diez años me veo con mi propio grupo. Aunque la música ranchera es muy llamativa, no es lo único que hay. En mi banda quiero incluir diversos géneros; y, en mi país hay talento. Ya me estoy preparando para ese futuro... Estoy trabajando por él”, dice Luis.

El mariachi Sol de México ensaya unas dos horas entre semana, porque “ya estamos preparados para dar los serenos a las madres”, asegura Jami, agregando que ya tienen hasta el momento 15 contratos en diversos sectores de la ciudad.

Para estas fechas, al igual que el mariachi Imperial, Sol de México cobra $ 120 por seis canciones que son incluidas en su repertorio.

Detalles

Preparación
Tanto mariachis como tríos de música nacional ensayan con sus vestuarios y los temas que cantarán desde una hasta dos semanas previo al Día de la Madre.

Costos
Los precios varían según la cantidad de canciones que se incluyan en su repertorio, el número de sus integrantes y de qué sectores son quienes solicitan los servicios de los tríos musicales y mariachis.

Presentación
Los mariachis visten con ropa característica de los músicos mexicanos. Mientras tanto, los tríos suelen vestir  guayaberas y pantalones de tela.

Trabajo
Para la festividad del Día de la Madre, los conjuntos musicales comienzan a trabajar desde la tarde del sábado, algunos se quedan  hasta la mañana del domingo, según  grupos entrevistados.

Testimonios

Gonzalo Rodríguez
Trío Costa Grande
‘Hay que sentir la música’
Rodríguez trabaja a partir de las 18:00 en la esquina de Gómez Rendón y Esmeraldas. Aunque no recuerda con precisión a qué edad comenzó a tocar la guitarra, su gusto por la música ha sido toda la vida.

“Sin embargo, para ser bueno en este oficio hay que sentir la música, pues el cliente sabe cuándo uno está tocando con pasión y también cuándo lo hace por necesidad económica”, dice.

Luis Jami
mariachi Sol de México
‘Hay que divertir a la gente’
El joven quiteño de 22 años expresó que en cada serenata que ha dado desde hace ocho años, cuando se integró a la banda, trata de disfrutar al máximo esta experiencia. “Aunque es cansado porque se trabaja más de 24 horas, no se debe pensar en eso. Siempre hay que estar positivo, con ánimo, porque tenemos la responsabilidad de llevarle alegría a la gente”, indicó Jami.