Soy emelecista de los años setenta, ochenta y noventa, cuando Emelec jugaba todos los partidos de casa en el estadio Modelo, y con mis hijos y mis amigos, los ‘pelucones’ de los bloques del IESS y de Urdesa Central, nos sentábamos en la general.

Un equipo muy bueno que tenía vergüenza en la cara, amor a la camiseta y amor al hincha. Y como Emelec siempre  estaba entre los mejores, con jugadores de la talla de Lupito Palillo Torres, Miori, García  Loco Siveira, Beninca (recuerdo el gol olímpico  del  Cococho Álvarez), Graziani, Juárez, entre otros, entonces sí eran bonitos los lunes. No como ahora, en que los jugadores no quieren a nadie, peor a la hinchada, y como siempre, perdemos y tenemos que soportar las burlas y pasar vergüenza cuando nos encontramos con los de otro equipo. Por eso digo, odio los lunes.