El país se ha estremecido con las denuncias de abuso sexual a niños y adolescentes en establecimientos educativos por parte de algunos maestros. Todos clamamos por medidas que eviten que esto se repita, lo que se expresará en un plantón en Quito y Guayaquil, hoy.

El ministro de Educación ha hecho dos anuncios: uno, se aplicarán pruebas psicométricas a profesores, directivos y personal administrativo de planteles públicos, fiscomisionales y municipales que no hayan ingresado al sistema educativo bajo la prueba Quiero ser maestro, que está vigente desde el 2014.

Dos, que se ha firmado un convenio interinstitucional entre la Fiscalía, el Consejo de la Judicatura y los ministerios de Educación y de Justicia, con el objetivo de garantizar que en el país existan espacios libres de violencia contra los niños.

Hace falta un componente de capacitación a directivos, maestros y personal administrativo y de servicio, para que establezcan y apliquen comportamientos de prevención y para que entiendan que conocer un hecho similar y no denunciarlo los convierte en cómplices. Y lo más importante, la actitud pedagógica que brinde confianza a los estudiantes para que comuniquen cualquier actitud de irrespeto a su dignidad. (O)