Ayer, periodistas de distintos medios se reunieron con el presidente Moreno, invitados por él a un conversatorio en el cual plantearon distintos temas de interés para el país buscando las respuestas presidenciales. El mandatario respondió todas las preguntas sin perder la cordialidad, cualquiera que haya sido el tema. Los periodistas lucían cómodos y dispuestos a cumplir su tarea.

El hecho había despertado gran expectativa, sobre todo en los medios de comunicación, lo que solo se explica porque lo natural había dejado de serlo durante los diez años anteriores, en los que medios y periodistas fueron objeto de vejámenes continuos y una sostenida campaña de descrédito.

El presidente fue reiterativo al recalcar que el poder radica en el pueblo, que debe ser consultado cuando sea necesario y que hay que respetar su voluntad.

En definitiva, fue un refrescante testimonio de que el respeto a la libertad de expresión, al derecho de los ciudadanos a la información y a la conducta democrática está de vuelta.

Quizás lo mejor de ese encuentro sea que contribuye a crear el ambiente de transparencia y tranquilidad que el país requiere para hacer frente a los problemas graves que es urgente afrontar. (O)