Prestar favores no es lo más difícil de la amistad, el amigo verdadero es el que nunca nos abandona.

La humildad es calmada, prudente y silenciosa, hermana del equilibrio y buen sentido. Sé prudente, cauto en lo que haces, la vida está llena de oportunidades y a uno le toca aprovecharlas con lucidez y sabiduría.

Sé conciliador, capaz de motivar dándole validez a las oportunidades que la vida da, es lo que Dios ofrece para continuar su trabajo, su redención en el mundo, son gracias y dones que nos manda; desperdiciar este rico material único es dar una bofetada al rostro de Dios, eso es terrible, la criatura abofeteando a su creador.(O)

Colón Quiroz Ferruzola, Guayaquil