¿Qué pasa con ciertos profesionales del Derecho —abogados— que se venden a la parte contraria y convierten en enemigos secretos de sus clientes?

Demandantes deben estar atentos a las actividades de sus abogados, aclaro, no de todos; sí existen profesionales con principios. Me refiero a acciones que realizan ciertos profesionales inmorales que no advierten a sus clientes que presenten los descargos solicitados por los jueces, para probar si están o no en derecho; por ejemplo, un abogado no informa que en cinco procesos laborales el juez pedía que demostrara si su cliente había cumplido con sus responsabilidades patronales, las cuales sí las había cumplido; pero el profesional abogado guardó silencio y esperó que pasara el tiempo legal de probatoria. Como el cliente no recibió el pedido de justificación, no presentó la documentación, y el juez al no recibir su respuesta, falló en su contra y —como cosa juzgada y sin oportunidad de apelación— debió pagar. Mi amigo me indicó que era inútil demandar en judicatura al corrupto, porque son abogados, un fiscal que recibiría la queja también es abogado, el secretario es estudiante de Jurisprudencia, y cuando llegue a las cortes, los jueces son abogados y las demandas son demoradas, los trámites y pedidos de justificativos son interminables, equivocados; todos los pasos los llegan a conocer abogados. Me dijo mi amigo que no se podía perder el tiempo ni el dinero demandando en instancias superiores, ya que en el país no se conoce el popular dicho: “Entre bomberos no se pisan las mangueras”. Tenga cuidado pidiendo a su profesional, todos los escritos que presente y consulte en internet en la página de judicatura, una segunda opinión.(O)

Roberto Morán Uvidia, Guayaquil