A veces pienso que muchos seres humanos han perdido los grandes valores que adornan la dignidad. Cuando un ser humano es honesto, se comporta de una manera transparente con sus semejantes, es decir, no oculta nada; esto da la tranquilidad que debe existir entre los hombres para desenvolvernos en nuestro diario vivir.

El bien es el último fin de las cosas, debemos actuar según la razón y prudencia para llegar a dicho fin. Cuando nos rodeamos de personas honestas cualquier proyecto humano se puede realizar. Debemos utilizar el gran pensamiento de Jorge Washington: “Espero tener siempre suficiente firmeza y virtud para conservar lo que considero que es el más envidiable de todos los títulos, el carácter de hombre honrado”. Es necesario que el presidente del Ecuador, Lenín Moreno, enrumbe nuestro país por el sendero del bienestar, si lo hace recibirá respeto y gratitud de la sociedad; que surjan vientos de libertad y democracia.(O)

Norma Columbus Piedra, Guayaquil