Pido disculpas por el atrevimiento de dirigirme muy respetuosamente al señor presidente del país, espero que con su intervención podamos ayudar al prójimo, aprovechando la apertura al diálogo y respetando la manera como crea él conveniente cumplirlo.

Soy jefe de un laboratorio farmacéutico, es una empresa familiar en Guayaquil, Quito y Cuenca al servicio de la salud del Ecuador desde hace 128 años. Somos aproximadamente 300 personas (familias). Trabajo en un área productiva a cargo de 9 hombres, 8 mujeres y 5 personas con discapacidad (que por ley se debe contratar). No pertenezco a partido político alguno, no sé mucho de leyes ni tampoco soy santurrón, pero de cierta manera me uno a las palabras del alcalde de Guayaquil, abogado Jaime Nebot, cuando en su discurso por las fiestas de Guayaquil, en julio, dijo que podría haber más trabajo aumentando la producción.

Créame –le digo al señor presidente– que me da pena cuando vienen a mi oficina personas a pedir, a rogar, que las deje trabajando por lo menos un año (en la actualidad, por ley, son tres meses de prueba con contrato a seis meses de labores). Muchas son madres solteras o con familiares enfermos que desean hacer sobretiempos porque necesitan dinero para vivir; le piden a uno que haga todo lo posible por ayudarlos. En mi departamento para el personal que está a mi cargo hay sobretiempo dos semanas al mes, pero vienen de otras áreas (de Inyectables, Tabletas, Cápsulas, Jarabes y más) a solicitarme sobretiempo; con mucha pena tengo que explicarles que no se puede porque no hay producción y la compañía se ha visto obligada a restringir. También me dicen que el sueldo (básico) no les alcanza. No quiero ser muy dramático, pero la situación de muchos es como esta. Doy gracias a Dios por estar vivos y dejo que se haga su voluntad.

Cuando hacemos la repartición de utilidades es de acuerdo con la ley. Estamos al día con los permisos, BPM, ISO, IESS, SRI, etcétera, y con muchas exigencias y deberes que debemos cumplir como empresa. Pido al presidente del Ecuador que para trabajar sin vivir solo al filo del reglamento, juntos (ciudadanos, empleadores, empleados, autoridades) podamos todos mejorar nuestra calidad de vida y ayudar a los demás (prójimos). Hablo por mi familia, por la industria farmacéutica, los trabajadores...(O)

Peter Álex Holst Díaz, Guayaquil