La asambleísta de Alianza PAIS Marcela Aguiñaga anunció que pedirá al presidente de la Legislatura la creación de una comisión para trasladarse y verificar los supuestos daños de la Refinería de Esmeraldas. Dijo que, sin pretender dudar de la palabra del presidente Moreno, quiere ejercer su derecho como legisladora, una de cuyas facultades es fiscalizar.

La fiscalización es atribución de la Asamblea, poco o nada ejercida en los últimos diez años, y llama la atención que surja la necesidad de practicarla cuando el ministro de Hidrocarburos y el presidente Moreno se han referido al estado en que se encuentra la planta; pudo hacérsela desde finales del 2015 cuando se produjeron algunas paralizaciones no programadas. La última fue el mes de julio pasado, luego de reportarse un incendio en los turbogeneradores de energía.

Puede considerarse que el traslado de los comisionados es innecesario, puesto que hay evidencias y testimonios, respetables, pero también puede pensarse que más vale tarde que nunca y que concluida la investigación, la Asamblea establecerá las responsabilidades en algo que en palabras del presidente “no solo se hicieron mal las cosas, sino que se ha puesto en peligro al ser humano”. (O)