“Ecuador, agropecuario sin voz”. “Ecuador, país agrícola”. “País agrícola por excelencia”. “Ecuador eminentemente agrícola”. “País de agricultores”... Así damos a conocer al país. Con tantas denominaciones sobre su actuar agropecuario se debe tener un verdadero plan que se continúe en el tiempo para poder conocer los resultados, mas, no sea cambiado a criterios que casi siempre son los mismos, con diferentes actores.

Son incontables los planes y proyectos de corto y largo plazos, que algunas veces se sobreponen uno a otro con respuestas finales inconclusas o que no son dados a conocer por la parte interesada, los agricultores.

Los agricultores, en especial los que menos accesos tienen a muchos condicionantes que depara el producir en las mejores condiciones, son los de pequeña superficie que también se los conoce como pequeños agricultores; al momento han sido calificados por las instituciones internacionales como la columna vertebral de la producción agropecuaria, por lo tanto debe dárseles el mayor apoyo en los planes de desarrollo de los gobiernos.

El hombre de campo y productor agropecuario tiene enormes necesidades, por lo cual no alcanza su pleno desarrollo. Necesita de sus principales herramientas de trabajo: opción de trabajar; conocimientos actualizados para producir sano y óptimos rendimientos con su aporte de mano de obra personal, de su familia o mano de obra especializada; equipos; nuevas tecnologías de campo, etcétera, Por otro lado, se lo debe concienciar para hacer frente a lo actual como es el cambio climático, la falta de agua dulce, el calentamiento global, el envenenamiento de la atmósfera...(O)

Jorge Vicente Gil Chang,
Ingeniero agrónomo