Víctimas de choferes irresponsables que no hacen conciencia que llevan vidas de seres humanos en las unidades de transporte, en escasos ocho días de diferencia, han perdido la vida; son alrededor de 32 muertes.

Continúan empeños en realizar pactos con quienes causan dolor a familias ecuatorianas. Es inaceptable que solo sancionen a cooperativas de transportes causantes de accidentes y no se hagan públicas las medidas y sanciones contra los encargados de realizar las revisiones técnicas en las terminales terrestres, como a los que conociendo las infracciones cometidas de conductores se hacen de la vista gorda, solo nos enteramos cuando suceden los accidentes. Ya es hora de dejar de ser permisivos, peor aún de seguir haciendo concesiones a estos que irrespetan las leyes de tránsito y la vida del prójimo. Si en verdad interesa poner fin a los accidentes de tránsito que tiñen de sangre las vías, auditen a las escuelas de conducción; conoceremos si cumplen el pénsum, y de qué forma los choferes obtienen los certificados de cursos realizados, y las licencias para conducir unidades de pasajeros y de carga. El proyecto “toda una vida” tiene que consistir en defender la vida de los seres humanos y no el privilegio de unos cuantos choferes causantes de lágrimas a familias.(O)

Gelacio Édison Mora Mora,
Guayaquil