Hay que reconocer que soplan aires de libertad en el Ecuador. En mi caso personal, han pasado varios años desde mi última carta dirigida a un medio de prensa, justamente por ese ambiente adverso que vivió la libertad de expresión en los tiempos de Correa.

A propósito del expresidente, pienso que cometió una gran equivocación al no permitir que cierto bloque de la Asamblea ponga en vigencia, de manera inmediata, la reelección indefinida; de pronto, participaba y ganaba nuevamente las elecciones y este rato no estaría sufriendo el síndrome de abstinencia de poder. Los primeros pasos de don Lenín al frente del gobierno –con todo el respeto que se merece– van por el camino correcto, frases como “para el odio, no cuenten conmigo” o “no hay tal mesa servida”, así como haber recibido en el palacio presidencial a la otrora llamada “prensa corrupta”, tienen el respaldo de toda la ciudadanía.(O)

Alfonso López Jaramillo, doctor en Jurisprudencia, Quito