Ayer, alrededor de 200 personas simpatizantes del presidente venezolano ingresaron a la fuerza al edificio de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora al Gobierno, y atacaron a los diputados con objetos contundentes y gases lacrimógenos, mientras disparaban sus armas al aire, lo que contribuía a aumentar la confusión.

Los grupos gobiernistas habían estado en un plantón en los alrededores de la Asamblea, hasta que ingresaron haciendo alarde de violencia. El incidente dejó al menos cinco diputados afectados seriamente por la agresión y siete empleados que también fueron atacados.

El presidente de la Asamblea, Julio Borges, dijo: “Gobierno que hace lo que hizo hoy con su Parlamento es un gobierno débil, un gobierno caído, es un gobierno cobarde”.

En el largo camino del rechazo al Gobierno y de búsqueda de libertad en paz ha habido 91 muertos y 1.400 heridos, y un país destrozado en el que se carece de alimentos y medicinas.

El pueblo venezolano requiere de la solidaridad de otros pueblos para que pidan y exijan a sus gobiernos salir de la indiferencia y aplicar todos los mecanismos que las leyes internacionales permiten para lograr la paz en Venezuela. (O)