Ayer, el presidente Moreno firmó, en una reunión en Guayaquil, un decreto con el que da inicio al gran diálogo nacional que, según dijo, será un instrumento participativo para concretar acuerdos que permitan el fortalecimiento del mandato popular y la construcción de políticas estatales que mejoren la gobernabilidad.

Se tratarán varios temas dentro de su especificidad: Consejo Consultivo Empresarial, Lucha contra la corrupción y Acuerdos plurinacional, por la unidad, por la información, por la educación, por el agro y por los sectores sociales.

Las mesas serán integradas por representantes del Ejecutivo y participantes de la sociedad civil. Es importante considerar que se dijo que los acuerdos a que se llegue se convertirán en la hoja de ruta y compromisos para el Ejecutivo y los sectores participantes en el proceso.

La iniciativa es interesante, aunque llama la atención que el diálogo se establezca por decreto. No será fácil, se necesitarán información, método, conducción transparente y participación que busque solo el bien del país. En todo caso, corresponde a la sociedad civil participar activa y responsablemente y, sobre todo, exigir que haya evaluaciones periódicas para conocer el avance de la hoja de ruta establecida. (O)