El presidente de la República ha llamado a los medios de comunicación y a la ciudadanía para que presenten observaciones para una reforma de la Ley Orgánica de Comunicación. Siempre se cuestionó la necesidad de su existencia, puesto que para juzgar infracciones relacionadas con los derechos de los ciudadanos y la seguridad de la nación ya existían disposiciones legales y nada justificaba la vulneración del derecho al debido proceso, al permitir que juzgadores especiales como el Consejo de Regulación y la Superintendencia, ajenos a la función Judicial, juzguen y apliquen sanciones. Además, la misma existencia de la Superintendencia es inconstitucional, como se hizo notar oportunamente.

Hoy se habla de reformas y en ese ámbito habría que cuidar que todo lo planteado en la ley responda a los objetivos, pues para “desarrollar, proteger y regular”... “el ejercicio de los derechos a la comunicación”, como dice la ley vigente, muchas de las disposiciones resultan excesivas y restrictivas de los derechos que se dice querer desarrollar y proteger.

A partir de lo mencionado, se pueden considerar otros aspectos que en ningún caso deberían ser punitivos, con sanciones que ponen en riesgo la existencia misma de los medios. (O)