Es digna de todo elogio la actuación de la Policía Nacional al mirar por la televisión y leer por periódicos el trabajo que realiza en los suburbios, deteniendo a bandas organizadas dedicadas al secuestro, la violación, etcétera.

Pero también es lamentable lo narrado el 9 de mayo en una carta a EL UNIVERSO por un lector que habiendo sufrido un percance en el vehículo su hija y nieta (llanta baja), en la madrugada, llamaron al 911 por dos ocasiones para que la Policía las ayudara y nunca llegó; y cuando cambiaban la llanta fueron víctimas de asalto por delincuentes que andaban en moto. Lo que está escrito en los patrulleros, que dice: “Proteger y servir”, que no suene lírico. Asimismo digo que en la principal avenida 9 de Octubre, de Guayaquil, por las noches, a las personas que están sentadas en las bancas o que caminan por la calle los delincuentes las asaltan y no se ve un policía.(O)

Humberto Echeverría Matamoros,
Abogado, Guayaquil