Hoy puede ser el inicio de una oportunidad para construir en democracia un país cualitativamente diferente.

El inicio de un nuevo periodo presidencial siempre es un reto, más aún cuando se produce en un momento de crisis real. Es un reto para el presidente que comienza su tarea con problemas graves que resolver y deberá hacerlo marcando su propia hoja de ruta y desde su criterio y perspectiva, pues solo él será el responsable de sus decisiones y de sus acciones.

El reto también es para la oposición, que tendrá la oportunidad de demostrar que no pone ningún interés por encima de los de la nación y que entiende que el país requiere de acuerdos básicos para superar la actual circunstancia.

Y la ciudadanía deberá asumir su propio reto, participar positiva y críticamente, dejar oír su voz y avanzar en la consecución de un Estado democrático.

Dejemos a un lado resentimientos y confrontaciones y demos al nuevo gobierno un tiempo y un espacio, quizás los acostumbrados cien días, para que inicie el camino para avanzar en la construcción de un país equitativo, justo y solidario, en el que todo esté encaminado al desarrollo humano que es el verdadero desarrollo. (O)