Luis Eduardo Vivanco, editor del diario La Hora y director del programa Castigo Divino, de gran aceptación en las redes sociales, acudió a la Fiscalía para rendir su declaración en el proceso de indagación previa, que se le sigue por denuncia de la coordinadora jurídica del Ministerio del Interior por, supuestamente, intentar confundir a la ciudadanía “atribuyendo responsabilidad al Gobierno nacional en hechos de corrupción”. Antes, según dio a conocer Vivanco, se le habían intervenido el teléfono y las cuentas de redes sociales.

La ciudadanía ha percibido este hecho como una amenaza, no solo al periodista sino a todas las personas que usan las redes sociales para comentar y opinar sobre hechos de interés colectivo. Utilizando el Código Penal y calificando los criterios o expresiones que les resultan molestos, como injurias, calumnias o intimidación, se busca atemorizar y silenciar a los ciudadanos para evitar las críticas y las denuncias.

La libertad de expresión y de opinión son derechos humanos y los gobiernos democráticos los respetan y promueven; y si se quiere evitar la crítica y la denuncia, el mejor antídoto no es el temor sino la transparencia en las acciones. (O)