Estando próximo a inaugurarse un nuevo gobierno –que opino que al igual que el anterior seguirá su misma política–, es importante recordar lo que estamos viviendo como resultado final de 10 años de un modelo que deja más inquietudes que realidades.

Las palabras y los buenos deseos han superado con creces a lo que ofrecieron, la inauguración del Hospital del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social) en la ciudadela Los Ceibos es un ejemplo, se inauguró un edificio mas no un hospital, creando por ende falsas expectativas en la ciudadanía.

Otro ejemplo es lo que sucede en la universidad estatal, donde las ofertas de una buena educación, profesores con maestrías y PhD, quedaron solo en buenos deseos y enunciados; la realidad es que falta infraestructura académica, hay manoseos de cupos de ingreso, frustración de una juventud que no tiene dónde ir a estudiar. Revela la alta dosis de ofertas aplicadas a sectores populares que esperan que el Gobierno les dé todo a cambio de nada.

Ojalá esta nueva administración tome nota de estas observaciones y haga propio lo que todos esperamos cuando de salud y educación se trata, esto es, más seriedad, responsabilidad y menos demagogia.(O)

Antonio Martínez González, cirujano general, Guayaquil