En estas semanas se han evidenciado dos conceptos o ideas con respecto a lo que pasa en el país con el problema de la corrupción, y las dos personas importantes que dan sus opiniones son el presidente electo, quien ha manifestado combatir frontalmente la corrupción y pedir asesoría a la Organización de las Naciones Unidas, y por el otro lado el presidente que ya mismo cesa en su cargo (y casi como en defensa de uno de sus ministros que se encuentra preso por un supuesto delito que conlleva corrupción) ha manifestado –para mi modo de entender– como que las coimas casi son un “acuerdo entre privados”. Ahí está el problema: un presidente dando conceptos en defensa de un alto funcionario, y en plena investigación de fiscalía queda como advirtiendo..., cuidado, el señor recibió un millón de dólares cuando dejó de ser funcionario público.

Qué bárbaro concepto, o sea, mañana cometo una infracción de tránsito y mejor llego “a un acuerdo” con el agente de tránsito, y arreglado el delito cometido. O mañana me conecto ilegalmente a coger energía eléctrica, pero llego “a un acuerdo” con un inspector de la Empresa Eléctrica y le doy una propina y está solucionado el problema.

Espero que el mensaje y la filosofía del recién electo presidente Moreno sean correctos, de luchar juntos contra la corrupción, que es el mayor mal que afecta a nuestro país y daña la moral y el buen proceder de sus ciudadanos.(O)

Javier Santos Ycaza, Guayaquil