Según el artículo de la página digital Sputnik: “Presidente ruso: el populismo es un gran peligro para la política”, el presidente Putin sostiene que el populismo no tiene nada de bueno, es un trabajo en vano cuando no superficial, y define a los populistas como aquellos que se guían por la tesitura política del momento, no se preguntan por las consecuencias, no piensan por adelantado, no quieren pensar ni tienen la intención de cumplir con sus compromisos.

Según otro artículo, del Nuevo Herald: “Putin contamina las democracias liberales”, señala que el presidente ruso pretende extender sus tentáculos en el ámbito internacional enturbiando los procesos electorales allá donde pueda colocar a sus hackers y su aparato de inteligencia” y así favorecer a movimientos nacionalistas –léase populistas o nacionalsocialistas–; lo que intenta conseguir en el exterior es desestabilizar, lo que no quiere que le suceda en su propio terreno.

La conclusión sería, ¿el propósito es institucionalizar el populismo y debilitar democracias liberales de Occidente?(O)

Gabriela Morales Sigcha, Riobamba, Chimborazo