Luego de contar con los recientes resultados electorales que proclaman al nuevo gobierno, y sin entrar a juzgar los reclamos de una u otra parte de la contienda, debemos nuevamente fijar las metas para el futuro con lo que existe y con miras a que lo que venga sea siempre mejor. Que el primer mandatario desempeñe su rol: cumplir el encargo de su pueblo; lo cual se logrará escuchando y analizando las posiciones de los actores públicos y privados para alcanzar un alineamiento estratégico. Tal propósito requiere de respeto y de cultivar confianza, necesarios en una fluida participación donde queden atrás las posturas partidistas y más bien se logre visionar una patria de todos y para todos.

Ese es el reto del señor presidente y de los ecuatorianos, identificarnos en las coincidencias y que las diferencias sean consideradas también en el necesario diálogo. Es seguro que muchos hacemos patria con nuestro actuar, pero es aún más cierto que deseamos ser debidamente representados y atendidos. (O)

Leonardo Viteri Andrade, abogado, Guayaquil