La empresa Tame anunció la suspensión de sus vuelos en las rutas Guayaquil-Cuenca-Guayaquil y Guayaquil-Latacunga-Guayaquil. Aunque se dice que será hasta nueva orden, la medida preocupa a los usuarios de esos vuelos y, especialmente, en el caso de Cuenca a todo el sector turístico y productivo.

Los problemas de rentabilidad de la compañía no son nuevos, hace algunos meses se anunció que estaba en proceso de reestructuración para sanear sus finanzas y buscar un socio estratégico.

Son algunas las causas que vuelven urgente la reestructuración: pago de multas por retrasos y cancelación de vuelos entre el 2011 y el 2013, repatriación de divisas fruto de la venta de pasajes a Venezuela, entre el 2013 y el 2014, rutas poco rentables, pago de 3,5 millones en exceso a los empleados por concepto de horas nocturnas de trabajo, la contracción del gasto público, ya que el Estado era uno de sus mejores clientes, y una serie de problemas de administración.

Una vez más se ha demostrado que no siempre el Estado es un buen administrador y aunque, como se ha dicho, el objetivo fundamental de la aerolínea es fomentar la conectividad interna, lo que es necesario, para lograrlo es urgente encontrar soluciones para su rentabilidad. (O)