Como ciudadanos tenemos derecho a exigir que las contribuciones que realizamos a través de los impuestos –sus valores son bastante significativos con relación a los que se cancelan en otros lugares– se destinen para solucionar los problemas de Salinas.

Es vergonzoso que sintamos “orgullo” de tener un bello balneario en la provincia de Santa Elena y esté abandonado. Año tras año venimos pagando a instituciones que lo tienen a cargo, para tener preparada una infraestructura debida, más aún en la rigurosidad de los inviernos. No todas las calles están debidamente pavimentadas o asfaltadas, existen “lagunas” de aguas estancadas. Hace varios meses empezaron el arreglo de la calle que permitía el ingreso y salida a la parroquia Santa Rosa, pero se encuentran abandonados, es imposible transitar.

El pedido que hago es que realicen los trabajos de infraestructura porque no podemos continuar viviendo en las condiciones que estamos, necesitamos reparar los bordillos, las aceras, limpiar los solares abandonados, las calles, el alcantarillado. (O)

Ricardo Benito Flores Borbor, Salinas