El momento que vive Venezuela es un tema que se presta para una reflexión, de esas que son adecuadas para días como hoy.

Lo que están viviendo se inició hace 19 años con un gobierno que se definió como revolucionario y justificó sus acciones como necesarias para establecer un régimen que favorezca a los pobres. Muchos lo vieron con la ilusión de que así fuera. Años después, sigue habiendo pobres, en su país escasean los alimentos y las medicinas, han perdido además la libertad de protestar, oponerse y opinar.

Que se erradique la pobreza es un anhelo colectivo, una obligación moral, pero en el mejor de los casos, aunque las condiciones materiales de los pobres cambiaran, si se los irrespeta, se los utiliza, pierden su libertad y se ignora su dignidad humana, se ha agudizado la injusticia.

Hoy es un día para recordar el mensaje de Jesús de Nazareth y las causas que lo llevaron a la cruz. Para los cristianos es una buena oportunidad para examinar su quehacer a la luz del mandato de verdad, justicia, paz y libertad, y para los que no se definen como tal, son principios éticos básicos para la convivencia. (O)