Mal trato están recibiendo pasajeros que llegan todos los días desde el cantón Durán, la parroquia La Aurora del cantón Daule y de urbanizaciones aledañas a La Puntilla-Samborondón y la vía a Salitre; pasan de las 50.000 personas.

Nada mejoró, hace un año existió la orden a los usuarios de tomar los colectivos que vienen de esos cantones en nuevas paradas.

Para bajarse, a la llegada, en la calle José Mascote con intersección en Padre Solano (la estricta prohibición era no coger pasajeros en ese lugar).

Para tomar el carro de regreso designaron dos estaciones, la primera en el portal de la calle Quito al salir a Manuel Galecio, y la otra en la plazoleta Estrella de Octubre, cerca al Cementerio General de Guayaquil.

Por esa disposición que causó incomodidad hubo reclamos del público que utiliza colectivos y buses, y fueron de dominio público también, y los medios de comunicación dieron a conocer dichos sucesos.

Las autoridades correspondientes se vieron obligadas a colocar endebles carpas en la plazoleta y andenes de poco grosor, que representaban inestabilidad; estos paliativos eran para proteger de las inclemencias del invierno.

Se corrió la voz que todo era provisional, ya que construirían paraderos decentes, techados, con bancos, rampas para personas con discapacidades, adultos, señoras embarazadas, etcétera.

Sucedió que en mayo del 2016 las carpas de plástico se deterioraron, eran girones, permanecieron por un tiempo hasta que se cumplió el trabajo.

La situación del año anterior se está repitiendo afuera de la estación Río Daule de la Metrovía (bajo el paso peatonal), las personas se paran detrás de los pilares para cubrirse del sol y la lluvia, soportando malos olores, desaprensivos escudándose en los pilares realizan sus necesidades corporales. Por coincidencia, en este lugar también se toman los colectivos para ir a los cantones mencionados.

Espero la construcción de estos dos paraderos, las personas que utilizan el transporte público merecen respeto y un trato digno. (O)

César Jijón S., Daule