Inundaciones y deslaves, provocados por la temporada invernal, han dejado ya miles de damnificados. La Secretaría de Gestión de Riesgos ha informado que solo en Manabí están consideradas como afectadas 25.000 personas y que han sufrido daños de infraestructura miles de viviendas. En esa provincia, esto ocurre cuando aún no ha concluido la tarea de reparaciones de los daños causados por el terremoto del año pasado.

Pero, además, el invierno ha afectado muchas hectáreas de cultivos; en algunos casos, el agua arrasó las plantaciones y, en otros, se perdieron las cosechas que estaban a punto de ser recogidas por los productores. La mayor parte de las hectáreas de cultivos afectadas corresponde a las seis provincias de la Costa.

Es importante no solo auxiliar a los miles de personas cuyas viviendas se han deteriorado o han quedado totalmente inhabitables, sino también a los agricultores, quienes al perder sus cultivos y cosechas pierden a la vez su fuente de ingresos.

Además, hay que prever una posible escasez de los productos alimenticios, cuyo cultivo y cosecha se han malogrado. (O)