El país está convulsionado, la mitad votamos para la alternativa de cambio, muchos la vimos en la notarización de la derogatoria de 14 impuestos nocivos para la inversión, la producción, la generación de empleo y el consumo como son las salvaguardias, el anticipo de impuesto a la renta, el impuesto a la salida de divisas, entre otros. Con ello, habríamos tenido 3 mil millones de dólares en manos privadas, en lugar de seguir con el derroche y el despilfarro.

Hay presunciones de fraude, por el apagón informático, por la poca imparcialidad, por la lista Odebrecht que aparentemente es “secreta”, entre otros. Sin embargo, los ecuatorianos debemos esperar los resultados definitivos con calma porque se solicitó el reconteo de votos. Nada sacamos obstaculizando carreteras ni sembrando el caos. Los ecuatorianos de bien queremos trabajar, queremos producir, queremos prosperar, queremos paz social; y además exigimos que se transparente este proceso electoral, para que el presidente electo pueda tomar medidas que nos saquen de esta contracción económica experimentada desde finales del 2015, y de la que no saldremos con más endeudamiento, sino con menos gasto público. (O)

Pablo Zambrano Pontón, economista, Quito