Básicamente debatir es discutir sobre una cosa entre dos o más personas. Puede discutirse, por ejemplo, sobre ciencia, tecnología, política, etcétera. En elecciones presidenciales el pueblo solicita, exige debates entre candidatos. Las grandes potencias como Estados Unidos respetaron, y así actuaron en las últimas elecciones los contendores.

En un debate político podemos apreciar de los actores sus cualidades, fortalezas y debilidades de conocimientos, de razonamientos y de pruebas en sus réplicas.

Los que aceptan debatir, se supone, están convencidos de su competencia, honorabilidad y que convencerán por su sinceridad y su verdad. En elecciones no me parece admisible ninguna excusa para no debatir, esta es la opinión de un adulto mayor.(O)

Nelson Aníbal Ramos Paredes, ingeniero civil, Quito