El voto debiera ser resultado del ejercicio de una conciencia libre. Para el creyente es una expresión de seguimiento a Cristo. Cristo, Hijo de Dios, asumió nuestra humanidad con sus angustias, alegrías y esperanzas. Votar no es un hecho cívico aislado; preparado desde ayer, conduce más allá del presente y del aquí.

Emitir consciente y libremente un voto no es solo obligación jurídica, es un derecho y un deber personal del ciudadano. Quien pudiendo votar no vota, pierde moralmente el derecho de queja, por irresponsable. No es racional la siguiente motivación: ¡No voto, porque ninguna de las propuestas es buena! A este ciudadano puritano cabría decirle que si todas las propuestas fueran malas, una sería menos mala. “De dos males, el menor”.

Nos preparamos a protagonizar el próximo 2 de abril la elección del nuevo presidente constitucional de nosotros los ecuatorianos.

Esta elección influirá en diverso grado la vida personal y social: bajo la piel de emitir un voto hay proyectos de vida, hay valores, que motivan estos proyectos.

Los pocos ciudadanos que acudirán a las urnas sin reflexionar, irán como ovejas arreadas, como vivientes que no tienen un proyecto de vida.

Casi todos estamos reflexionando, encerrados en el marco de la realidad actual. ¿Cuántos tenemos en cuenta lo que sucede en países hermanos y la proyección de nuestro voto presente hacia el futuro? ¡Los que quieren también la felicidad ajena!

Señalo, de acuerdo con mi percepción, diversos valores, que motivarán nuestro voto. Unos valores son comunes y básicos. Otros valores motivan a determinadas personas, según aspectos particulares de su identidad. ¿Qué importancia damos a los siguientes valores?

1/ Dinero. El valor que más influye en otros valores.

* Vivienda, * Alimento, * Salud.

2/ Educación a) el ser de la persona. * Veracidad, * Libertad, * Responsabilidad.

* Creatividad b) el hacer de la persona: * Ciencia, * Técnica.

3/ Poder con algunas de sus concreciones: Gobierno - Ideología - Partido - Libertad.

En la campaña electoral ecuatoriana, según datos revisables, hay un 30% de insultos; 15% proyectos realizables. 20% proyectos irrealizables “Yo te ofrezco, busca quién te dé”, 30% diversos abusos del poder en propaganda, en ocultamiento de latrocinios evidentes de poderosos. 5% Declaraciones de honradez, pequeño porcentaje, porque el robo ya no aleja a votantes.

La tragedia venezolana alarma a los que la conocemos, pues a ella conduce el populismo tejido de opresión e irresponsabilidad, sin creatividad. “Por los frutos los conocerán” enseña Jesús.

Se pretende ocultar esta tragedia, que debe alarmarnos. Venezolanos pobres no tienen alimento, medicinas, seguridad; buscan alimento hasta en los basureros.

Organismos internacionales de América, Asia, Europa exigen al señor Maduro, que acapara todos los poderes, que tome medidas para atender salud, vivienda. Piden que devuelva la libertad y que cese la tortura. Después de preguntar, a otras personas, me pregunto: ¿Valió la pena realizar esta exposición?

Vale la pena cultivar el valor de la verdad y de la libertad. Además, el agricultor sabe que remover el terreno, regarlo, abonarlo, sembrar la semilla son esfuerzos que tarde o temprano dan fruto.(O)