Según información del Consejo Nacional Electoral (CNE), las juntas receptoras del voto están integradas en su mayoría por estudiantes universitarios y personas con bastante preparación, por lo que sus vocales deberán tener presente que del buen trabajo que ellos realicen dependerá la prontitud de tener los resultados verídicos de las elecciones presidenciales de la próxima semana (domingo 2 de abril del 2017).

Si cada junta revisa y calcula bien los resultados de las preferencias de los votantes, es decir, que realicen su trabajo con absoluta responsabilidad, dichos resultados serán los que expresaron los ciudadanos en las urnas; y bajo la mirada de los comisionados de las dos tendencias en disputa y la presencia de los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se evitará cualquier duda.

Por lo tanto, sus integrantes están obligados a ejecutar la tarea de escrutinios sin inconsistencias, pues ello abreviará el tiempo en que deberán conocerse los resultados.

Además, así no habrá ningún tipo de sospechas sobre alteración de la voluntad popular y se evitará que sectores políticos renuentes a aceptar los resultados numéricos realicen actos violentos. Lo que se trata es de no alterar la paz de la nación, que hoy más que nunca necesita de tranquilidad para poder seguir su ruta hacia el cambio, en absoluta confianza y tranquilidad.

Es necesario que los integrantes de las junta receptoras del voto actúen teniendo como norte el bien del país y la paz ciudadana.(O)

José Gorotiza Véliz, licenciado, Guayaquil