He leído con atención el artículo titulado “Promesas climáticas fallidas”, cuyo autor es Alfredo Saltos Guale, publicado en el diario de su dirigencia el 26 de febrero en la página 7, sección Lectores.

En el mencionado artículo, Alfredo Saltos sugiere que este ministerio no cuenta con un trabajo que permita afrontar el denominado cambio climático.

Por este motivo, es preciso señalar que el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) lidera y formula proyectos que son ejecutados en el país con un enfoque de adaptación y mitigación al cambio climático.

Así, se tiene, por ejemplo, para su conocimiento y el de los lectores que siguen al medio de comunicación de su dirigencia, la iniciativa denominada “Ganadería Climáticamente Inteligente”, la cual se implementa conjuntamente con el Ministerio del Ambiente desde agosto del 2016, con el apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF).

Esta iniciativa fue generada debido a la problemática ambiental del sector ganadero en el país, por el marcado predominio de sistemas de producción extensivos en donde las emisiones de CO2eq (gases de efecto invernadero distintos del dióxido de carbono) por unidad de leche o carne son indirectamente proporcionales al nivel de productividad.

La actividad ganadera –dada la importancia económica en el país (la contribución del sector agropecuario al Producto Interno Bruto en 2015 fue del 8,30% y específicamente del sector pecuario 1,5%) y su contribución especial en la seguridad alimentaria y fuente de empleo e ingresos en determinadas provincias caracterizadas por el predominio de pequeños y medianos productores– ha sido visualizada en la política pública (Magap-MAE) como prioritaria, razón por la que se implementa este proyecto.

Su objetivo es reducir la degradación de la tierra e incrementar la capacidad de adaptación al cambio climático y reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), a través de la implementación de políticas intersectoriales y técnicas de ganadería sostenible, con particular atención en provincias vulnerables.

Adicionalmente, en el artículo “...se sostiene que lo agrario es una actividad que provoca contaminación por el uso de pesticidas y fertilizantes, lo cual, siendo verdad, desconoce que la misma agricultura y ganadería con solo elevar en 0.4% el contenido de materia orgánica de los suelos que utiliza, lograría equilibrar sus emisiones y paralelamente acrecentar la productividad de los campos, en beneficio de la seguridad alimentaria y el aumento de los ingresos de los campesinos”.

Al respecto, le informo que dentro del esfuerzo nacional para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad ecuatoriana, el Magap coordina acciones y medidas científicas, técnicas, institucionales y administrativas para garantizar la fertilidad del suelo, el manejo integrado de las principales plagas agrícolas y el incremento de los índices de producción.

Ante la exigencia de producir alimentos inocuos y proteger al medio ambiente, el Magap potencializa el uso de los bioinsumos, lo que marcará a mediano y largo plazos, una nueva tendencia en la producción agrícola, al sustituir agroquímicos por insumos biológicos, propiciando, a la vez, un manejo racional de los recursos naturales que intervienen en los procesos agroproductivos.

En la actualidad, el Magap incorporó bioinsumos en los kits tecnológicos para el invierno 2017, para, de forma gradual, garantizar la obtención de alimentos de elevada calidad nutritiva y organoléptica, mediante la aplicación de métodos productivos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y el entorno rural ecuatoriano.

Por todos los motivos antes expuestos, y considerando el interés estratégico y social que supone el desarrollo de este tipo de producciones, el Magap impulsa un plan de acción para el fomento de las producciones sustentables como herramienta de análisis y estudio de la situación del sector agroalimentario, con el propósito de comprender mejor la problemática y las debilidades que sufre el agro, pero también las oportunidades y las fuerzas de que se dispone. Adicionalmente, como parte del impulso al fomento de la producción de bioinsumos, el Magap implementó y equipó 13 pequeñas plantas satelitales de producción de bioinsumos y 3 plantas de abonos orgánicos que han impulsado la transición del uso de agroquímicos al uso de bioinsumos en la agricultura.

Así también, se construye la planta de producción de bioinsumos para la agricultura con base en microorganismos benéficos, en la provincia de Los Ríos, en Pichilingue, con el objetivo de promover la producción industrial de bioinsumos, con énfasis para el uso de la agricultura familiar del Ecuador, principal sector proveedor de la alimentación de nuestro país; así como también para impulsar la sustitución de agroquímicos y aporte a la balanza comercial.

Con estos antecedentes, y amparado en el artículo 24 de la Ley Orgánica de Comunicación, que textualmente dice: “Toda persona o colectivo humano que haya sido directamente aludido a través de un medio de comunicación, de forma que afecte sus derechos a la dignidad, honra o reputación; tiene derecho a que ese medio difunda su réplica de forma gratuita, en el mismo espacio, página y sección en medios escritos, o en el mismo programa en medios audiovisuales y en un plazo no mayor a 72 horas a partir de la solicitud planteada por el aludido”, solicito la réplica al artículo publicado. (O)

Diego Merizalde Guerra, Msc., director nacional de Comunicación del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca; Quito