En plena campaña para captar la Presidencia de la República, se escuchan promesas de muchas índoles, que yo no sé si se podrán cumplir, pero lo que aún no escucho a los candidatos es hablar del cercenamiento del 33% del ahorro de nuestra cesantía a los afiliados al IESS por parte de este gobierno, para financiar la entrega del bono de desempleo, creado el año anterior.

Esta reducción en los ahorros que están manejados por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, no es más que lo mismo que le hicieron a los ahorristas de los bancos cerrados por la crisis de 1999. En las leyes monetarias existe la obligatoriedad de las instituciones financieras de cuidar y garantizar los ahorros de sus cuentahabientes. Esta metida de manos a nuestros ahorros es ilegal e ilegítima. Debe existir el compromiso público de los candidatos, de hacer que nos devuelvan nuestros ahorros, que con esfuerzo lo obtuvimos para nuestra jubilación. En la Constitución de la República del año 2008, artículo 369, dice: “El seguro universal obligatorio cubrirá las contingencias de enfermedad, maternidad, paternidad, riesgos de trabajo, cesantía, desempleo, vejez, invalidez, discapacidad, muerte y aquella que defina la ley”. Si ya está dado en la Constitución que el seguro universal obligatorio sirve para cubrir, entre otras cosas, el seguro de desempleo, el Estado no podía violar nuestros derechos de tener nuestros ahorros sin el consentimiento de nosotros los afiliados. Se metió mano a nuestros ahorros. La Constitución, artículo 11 numeral 9 dice: “Será inconstitucional cualquier acción u omisión de carácter regresivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente el ejercicio de los derechos”.(O)

Francisco René Alcívar Villegas,
Contador, vía a Daule