Es hora de que los ciudadanos nos involucremos dejando de lado apasionamientos, fijándonos un objetivo común: sacar adelante al Ecuador.

Necesitamos un país que establezca que los derechos de unos llegan hasta que empiezan los derechos de otros. Caminemos juntos hacia un país en que no gobiernen el caois, la corrupción, el desaseo, los comercios ilegales; no nos roben el retrovisor del auto para venderlo e instalarlo a la vuelta de la esquina en los mercados negros. El 2 de abril votaré por un gobierno que, así como dice en la Constitución que quienes realizan trabajo sexual tienen derecho a conseguirlo en las calles de los barrios, haga que los que residen en los barrios también tengan derecho a vivir en paz, formando a sus hijos con buenas costumbres y no miren por las ventanas de sus hogares las relaciones íntimas de parejas, en las calles. Votaré por un gobierno que restituya la dignidad y autonomía a las Fuerzas Armadas y a la Policía. (O)

Gustavo Rivadeneira Romero, Guayaquil