Han pasado cuatro días de que los ecuatorianos ejercimos el derecho al voto; muchos de nosotros lo hicimos con la esperanza de que nuestras decisiones nos lleven a un cambio, por otro lado muchos también decidieron que la mejor opción sería el continuismo. Aparte de cuál fue la decisión que tomaron, es evidente que se registró un proceso electoral lleno de irregularidades y sucesos que parecen surreales.

Ha sido el proceso más largo, nos ha dejado en ascuas a la espera de un resultado que debió ser emitido hace ya unas cuantas horas después que votamos. Con las modernas tecnologías que se han implementado no se veía viable que las respuestas tardaran tanto en ser pronunciadas. Sin embargo, al vivir diez años bajo mando abarrotado de anomalías, no es tarde para no sucumbir al engaño.

Opino que la verdadera lucha está basada en rescatar la democracia.(O)

?Naomi Gómez Narváez 19 años, estudiante