Estamos a menos de una semana de tomar quizás una de las decisiones más importantes en la historia del Ecuador. El aire se siente pesado y el clima lluvioso no ayuda. Los ecuatorianos contemplamos el futuro de nuestro país con incertidumbre. ¿Qué pasará este domingo diecinueve? No lo sabemos. Sin embargo, hay algo de lo que todos tenemos que estar seguros: debemos asistir a ejercer nuestro voto.

Participar en este ejercicio democrático no es una mera decisión, es nuestro deber cívico. Debemos estar preparados para decidir el devenir de esta nación en las urnas. Ahora, más que nunca, debemos tomar las riendas de nuestro destino. Lamentablemente, lo que se percibe en redes sociales y lo que se puede diagnosticar a través de una conversación con el votante medio es que no estamos listos. Nos pasamos la vida entera quejándonos de lo desinformados que están nuestros ciudadanos, los culpamos de cualquier desastre que ocurre, los maldecimos, nos burlamos y utilizamos cada espacio que tenemos para desmerecerlos. Si no nos informamos, si no vemos las noticias, si no analizamos las propuestas de los candidatos, si no asistimos a los eventos de socialización; entonces no somos diferentes a aquellos a los que hemos criticado siempre. Si queremos que nuestros políticos dejen de hacer campañas basadas en desmerecer al candidato opositor y se dediquen a debatir con argumentos reales, tenemos que convertirnos en mejores votantes. Es hora de dejar de culpar a los demás y aceptar que somos parte del problema. Seamos partícipes del cambio que esperamos, el futuro de nuestro país está en nuestras manos. Por tu bien, por el de tu familia, por el de tus amigos: infórmate. (O)

Salatihel Toral Hesny, 21 años, estudiante de Economía; Guayaquil