El presidente de la República ha firmado un decreto que tiene  por objeto “emitir lineamientos generales para regular el proceso de transición entre el gobierno saliente y el gobierno electo, con la finalidad de garantizar un proceso ordenado y transparente de cambio de gestión...”, “...la documentación solo se entregará al presidente electo y a su equipo, una vez proclamados los resultados oficiales del respectivo proceso electoral”. 

La iniciativa –que no es nueva, pues ya se hizo en el gobierno de Durán-Ballén, por iniciativa del vicepresidente Eduardo Peña, con la diferencia de que entonces se entregó la información a todos los candidatos y a los dos que pasaron a la segunda vuelta se les entregó, además, información reservada que, en ese caso, incluía la relacionada con el conflicto limítrofe con Perú– es positiva y debe hacerse con total transparencia para que permita que el nuevo gobierno pueda iniciar su labor cuanto antes.

Es más, debería institucionalizarse y asumirse como una obligación de los gobiernos salientes y habría que pensar en las ventajas y desventajas de ofrecerla solo cuando el presidente ha sido electo, antes de asumirla como obligatoria. (O)