Cada persona posee en su interior la capacidad de discernir y elegir lo mejor para sí y los suyos. Ahora que estamos a pocos días de que se escoja a presidente, vicepresidente y asambleístas, debo analizar a los candidatos y escoger a aquellos que hayan mostrado en sus antecedentes laborales, profesionales y personales; trabajos honestos, preparación y conductas intachables.

Sería el más grave error que elija a personas que son contrarias al bien común, es decir que obedecen a ideologías y propuestas fracasadas que han arruinado a países donde la mayoría de la población no tiene lo necesario para vivir dignamente, además de ser sometidos por la tiranía con la que no pueden discrepar. Muchas personas me dicen que yo sigo a la derecha política, a lo único que sigo es a los dictados de mi conciencia. Veo claramente que se está destrozando a un país, habiéndolo endeudado a niveles escalofriantes ya que cada persona debe alrededor de $ 4.000, a lo que hay que añadirle los muchísimos peculados, tales como el de come cheques, Petroecuador, Odebrecht, etcétera. Ciertos ciudadanos dicen que es aceptable que roben, pero que hagan obras; qué pena que piensen así. Es responsabilidad de cualquier empleado público de un país, incluido el presidente, trabajar honradamente en el encargo que recibió, atendiendo al usuario sin distinción de clases y sin pedir nada a cambio. Dios nos hizo libres y nadie debe someter nuestra conciencia, solo la libertad, el trabajo y la honradez de todos harán que en el país salgamos de corrupción; que la decisión de cada persona sea iluminada desde lo alto del cielo y desde las entrañas de la patria, donde nuestros antepasados ofrendaron sus vidas por la libertad y el progreso que debemos recuperar, y nadie ose quitárnoslos. Viva el Ecuador libre y democrático donde el trabajo honrado sea el norte de cada ecuatoriano.(O)

Vicente Augusto Escala Ronquillo,
Economista, Guayaquil