Hace diez años se inició en Guayaquil el sistema  de la Metrovía, con el que se esperaba ofrecer mejor servicio a los usuarios. Existen tres consorcios responsables de su funcionamiento –Metroquil, Metro Bastión y Metro Express– y hay tres troncales, pero para este año está previsto el funcionamiento de una cuarta.

En una década se ha ganado mucho con la disminución del tiempo de movilidad, pero se necesitan más frecuencias, pues la aglomeración de usuarios vuelve más sofocante el ambiente, en una ciudad en la que la sensación térmica es de 41 grados centígrados. Esto último y la supresión del sistema de climatización han generado descontento entre los usuarios, quienes después de la elevación del pasaje esperaban mejoras en el servicio.

En la mayoría de las unidades hay cuatro pares de ventiladores o seis extractores del aire, pero varios de ellos no funcionan y otros “hacen mucha bulla pero no soplan”, en palabras de un usuario.

Es indispensable que se resuelva el problema, la ciudadanía tiene derecho a ser atendida tomando en cuenta la realidad de la temperatura de la ciudad, y si mantener la climatización es muy costoso, hay que buscar las alternativas que ofrezcan la tecnología y la experiencia. (O)