Desde fines de septiembre del año pasado, el precio de la caja de banano ha venido deteriorándose a niveles por abajo del famoso precio oficial. Lo que pudo haber sido un año de buenos precios, terminó en un año normal desde el punto de vista promedio. El 2017 comienza con precios spot o de mercado libre, con precios a menos de la mitad del precio oficial; mercado libre que legalmente no existe y en la actualidad es ejercido por la mayoría de compañías exportadoras.

Internacionalmente, el precio está muy bajo pero nacionalmente se divide en dos, los que acatan la ley y están vigilados, controlados, por las entidades gubernamentales y no pueden competir; y los otros que compran fruta a precios bajos y venden al exterior a precios bajos, pero marginándose una utilidad ilegal e inmoral en complicidad con productores que por desesperación o conveniencia les venden. El mercado internacional sabe lo que pasa en Ecuador, que es muy fácil comprar fruta spot a precios de hambre, y sabe quién les vende. Pregunto, ¿cómo buques salen del Ecuador con fruta spot pasando controles estatales tan rígidos para los formales? Ahora hasta los importadores, algunos transnacionales, ponen su precio de contrato por debajo del precio oficial local y hasta pagan a términos de plazo fuera de lo legal. Si se toma en cuenta que debemos pagar por ley cada ocho días, eso denota que en el exterior ya nos perdieron el respeto que deberían tenerle al mayor exportador de banano (ahora barato), del mundo.

El margen FOB o gasto exportador, que no es más que los insumos de exportación, no ha sido revisado desde hace más de diez años, mientras que el precio oficial de la caja de banano se revisa todos los años, incluyendo una utilidad razonable. Es momento de que se revise el FOB a precios reales de los insumos, más una utilidad razonable para el exportador, también. En este momento son pocas las compañías importadoras que firman con los exportadores, y pocos los exportadores que firman con los productores; y dentro de esos pocos, hay algunos que firman –como se dice en el lenguaje bananero– con “piola”, significa que una parte con spot y otra con contrato, alimentando a los anteriormente descritos y al paso que vamos, va a ser el futuro de este negocio si no ponemos más atención a este desorden alimentado por una ley obsoleta, inconsulta e impracticable.(O)

Cecilio Jalil Morante, ingeniero agrónomo, Guayaquil