Se realizarán nuevas elecciones presidenciales, nuevos y antiguos candidatos, ¿hay cambio?

Desde 1979, al reiniciar la vida democrática el Ecuador, vive en continuos periodos de esperanza totalmente fallida para muchos ecuatorianos, lo cual generó desde los 90 gran migración, pero para las clases gobernantes de turno que siempre juran ser fuerza del cambio, de los pobres, dar pan, techo, empleo; que ahora le toca al pueblo, o de manos limpias...; han sido décadas de bonanza, sin importar sus supuestas ideologías políticas. Y para las elecciones 2017, candidatos aparecieron por doquier. Inicialmente una persona que fue postulada por una supuesta unidad de la cual ahora se siente liberada, dice que otros cargan la mochila ahora; ¿se referirá al pueblo? También están los que nos inundan con propagandas porque la patria “avanza” con infinito “amor” y sabatinas “ardientes”, y el candidato que solo gastó en Europa un poquito más de un millón de dólares, quiere hacer obras con amor. También se postuló una persona que promete trabajo para la familia ecuatoriana, se besa y abraza con la gente en la calle y dice que necesitamos poner dinero en las manos de los ciudadanos. De pronto vemos una “resurrección” de naranja, inicialmente mezclada con verde, lo que produciría un color ¿marrón?; pero ahora unidos a otras naranjas democráticas serán ¿naranja naranja? Hasta ahí el panorama es preocupante y casi repetitivo. Pero, ¡oh, sorpresa!, aún hay más, otra candidatura promete con “fe” arreglar al Ecuador. Aparece además en la lid quien asevera que no es cromo repetido, ¿será quizás cromo difícil? De súbito surgió uno para arengar sobre el compromiso social, ¿querrá dar sus primeros pasos como aprendiz de primos? Y también hay un supuesto representante de nuestra sociedad que aspira a que la Asamblea sea presidida por quien juró quedarse “hasta las últimas consecuencias”, y su último acto fue huir. (O)

Xavier Alberto García Orellana,
Doctor en Medicina, Guayaquil