Como ciudadano de la tercera edad manifiesto ¡que nunca antes había visto a nuestro país tan fraccionado como lo está ahora, con una lucha de pueblo contra pueblo, por motivo de las elecciones que se realizarán el domingo 19 de febrero de 2017!

Copio, de la revista Selecciones del Reader’s Digest, estos pensamientos del expresidente de los Estados Unidos Harry Truman, quien en 1945 salvó a su pueblo de la Segunda Guerra Mundial; los cuales me gustaría que esas personas políticas tuvieran la gentileza de leer: “... Carezco de dotes especiales, y no pierdo el tiempo preocupándome por mis carencias. Solo trato de sacar el mayor partido de mis aptitudes reales. Lo importante es cómo hacer o decir algo; lo esencial es decirlo y hacerlo... En este mundo hay tres cosas que pueden arruinar al hombre; el poder, el dinero y las mujeres. Si es capaz de aceptar el poder como algo transitorio, irá por buen camino. Pero si cree que el poder reside en él mismo, está frito. En cuanto al dinero, si ganamos demasiado y muy rápidamente, nos separará del resto de la raza humana, compuesta por individuos que deben trabajar casi toda la vida apenas para subsistir. Y si nos comportamos deslealmente con nuestra familia, estaremos aviados. Porque si logra uno la compañera apropiada, no tendrá muchas contrariedades en la vida...”; (artículo “A la manera de Truman”, enero, 1976, páginas 121-125). “... debemos alentar el entusiasmo de la juventud de nuestra nación. Los jóvenes tienen que sentirse orgullosos de su historia y de sus posibilidades futuras... Algunos estudiantes universitarios piensan que lo saben todo, yo no me empeño en convencerlos de que lo que realmente cuenta es lo que se aprende después de creer saberlo todo. Y bien, me ha llegado el momento de abandonar este cargo, este empleo, este honor que ustedes me han conferido. Uno de los fundadores de nuestra nación, Benjamín Franklin, se refirió a esta circunstancia con las siguientes palabras: ‘En una sociedad libre, los gobernantes son los servidores y el pueblo es su mandante y soberano. Por tanto, para los primeros, volver a la condición del segundo no constituye un demérito, sino un ascenso. Mi ascenso consiste en ser un ciudadano más entre ustedes’” (Selecciones del Reader’s Digest). (O)

Sacco Vanzetti Fernández Vélez,
Guayaquil