Regionalmente ya se decía que Luiz Inácio Lula da Silva era lobista de Odebrecht, que estaba procesado por el incólume juez Sergio Moro (¡ya quisiéramos uno igual a este!).

En el “elefante verde” del Metro, de Quito, no entiendo cómo se ratificó a la empresa constructora de Brasil, Odebrecht, a sabiendas de su situación; la disculpa fue que en Ecuador era legal, ¡no importó que su matriz y su dueño sean procesados por corrupción! Y ahora la noticia es que Lula recibió más de $ 2 millones de Marcelito (Marcelo Odebrecht expresidente ejecutivo de la constructora Odebrecht), y las coimas mundiales (en Ecuador son de $ 33,5 millones). ¿Terminales sin Metro para asegurarlo? Rodas baila con el jefe y siguió con Odebrecht que hoy quiere lavarse las manos en su socia Acciona. Siendo alcalde (sueños de perros ciudadanos) pediría auditoría por lo inconsulto y el primer reajuste de unos $ 500 millones; desde Barrera, fue impuesto, ¿pero y los profesionales y ciudadanos que no estábamos de acuerdo con esto?, ni caso nos hicieron. Objetado fue por la Unesco y por el exalcalde Sixto Durán-Ballén (fallecido), más allá de las justificaciones de quienes lo construyen. Y en riesgo está el Centro Histórico de la ciudad. Por votos, en el año 2008 la Odebrecht era corrupta, cometió irregularidades graves (caso San Francisco); Lula nos visitó en el año 2010 y ya era buena. Y por votos en el 2017, ¿se disimularán irregularidades denunciadas de los proyectos Odebrecht-Lula en el país?(O)

Juan Carlos Cobo Rueda, Quito