Para “corregir riendo”, se quemarán en monigotes los males sufridos en 2016:

–Corrupción menuda y de altura. –Menosprecio a indígenas y a la ecología (actualmente en Morona Santiago). –Violencia.

1) Debí aceptar bendecir el contrato de una obra, en la que había claros indicios de sobreprecio. Comencé con la siguiente observación: “Cuando bautizo, no pregunto si el niño es legítimo…”. Conocemos la frase, con la que algunos aceptan el robo de altura como normal: “Les toca; llegará nuestro turno” (con el cambio de gobierno). La corrupción viene de lejos. Se cosecha lo que se siembra: poca semilla de buen ejemplo, en niños y jóvenes poco se cultivan; sí se cultivan los principios éticos y morales, sin los que se confunde libertad con libertinaje.

2) Dirigentes de un cantón proyectaban una cementera en tierras habitadas por indígenas. No les dolía la entonces inevitable contaminación ambiental: no les dolía el desalojo. “Indios nomás son”. El gobierno de entonces respetó al pueblo: ¡No dio curso al proyecto!

Deseo que los shuares de Morona Santiago sean igualmente respetados. Hay una exigencia más: la Federación Shuar es dueña de un territorio, por posesión inmemorial y por decreto del presidente Jaime Roldós. ¡Este territorio no pudo, ni puede ser válidamente enajenado!

Es ocasión de evitar una espiral de violencia que heriría gravemente el prestigio del Ecuador y también de la empresa china. Expertos sugieren las siguientes acciones, ya previstas en leyes y reglamentos. Si ya se realizaron, dándolas a conocer, se quemaría la ignorancia generalizada de un supuesto contrato ya firmado:

a) Realizar con diafanidad, con el concurso de expertos independientes, el estudio de factibilidad, previsto en leyes y reglamentos. Realizar el estudio de los daños ambientales. b) Consulta previa a los habitantes, libre de amenazas y sobornos. c) Los ecuatorianos que habitan en el territorio no son solo agricultores sedentarios. Los invasores no pueden argumentar que se han adueñado de lugares deshabitados (temporalmente.)

El pueblo shuar es una riqueza humana del Ecuador. Refiriéndome solo a la historia reciente, a este pueblo guerrero debemos en parte la defensa del territorio ecuatoriano. Por Ecuador, no por dinero, arriesgaron su vida.

La tragedia ambiental, causada por la compañía petrolera Chevron, es tan reciente que ecuatorianos independientes de ocultos intereses no abrirán la posibilidad de que otros ecuatorianos, los shuares, sufran desgracias similares.

3) La violencia genera violencia. Son actos que generan violencia: –Un contrato desconocido de extracción de metales con empresa china, en tierras de la Federación Shuar. –No consultar previamente a los shuares conscientes y libres. –No estudiar el alcance de la ofensa al medioambiente. –Desalojar a los habitantes. –Impedir el funcionamiento de establecimientos de educación. –Impedir el acceso al Centro Shuar Nankis. –Militarizar la zona.

Los shuares han reaccionado con violencia (también reprobable). Corren voces tremendistas. No habiendo, según mi opinión, intereses ocultos, publicar el contrato, realizar las acciones previas quemarían esas voces y honrarían a Jesús, no solo en tiempo navideño, con la paz en la justicia. (O)