Obtener un pasaporte o renovarlo había dejado de ser un trámite largo y engorroso. Los ciudadanos se sentían bien atendidos y percibían que era un proceso bien organizado. Era muy sencillo: al llegar a la oficina correspondiente le asignaban un turno, las instalaciones permitían esperar con comodidad y cuando le tocaba, iniciaba las acciones necesarias una tras otra y salía con el pasaporte en la mano el mismo día.

Ahora, al llegar al edificio del Gobierno Zonal, donde están las oficinas de la Cancillería, entregan una hoja de información en la que consta que desde el 29 de noviembre rige el sistema de cupos vía internet y que para obtenerlo es suficiente ingresar a la página web de la Cancillería el número de cédula. Hasta esta parte del proceso parece un adelanto, pero la realidad es que oculta un retroceso, pues los turnos se pueden asignar hasta para tres semanas más tarde, lo que en el caso de viajes no planificados pero urgentes es un problema que puede ser grave.

Es una lástima que un trámite necesario para muchas personas, que estaba funcionando muy bien, haya sufrido un retroceso. La ciudadanía requiere, al menos, una explicación de los motivos. (O)