Ayer el Hospital Luis Vernaza, de Guayaquil, cumplió 452 años de labor ininterrumpida. Aunque antes tuvo otros nombres, en 1942 la Junta de Beneficencia de Guayaquil le rindió homenaje a quien fuera director de su institución, identificando con su nombre al mayor hospital de la ciudad.

Anualmente se atienden allí medio millón de personas que proceden de distintos lugares del país, para cuya atención cuentan con 640 camas y 589 médicos altamente capacitados, pues su actualización permanente es uno de los programas más importantes de la Junta, tanto como el equipamiento de avanzada tecnología.

Está calificado para realizar trasplantes de córnea, riñón e hígado. Cuenta con una impresora 3D, auxiliar básico para la cirugía ósea y con un moderno laboratorio de biología molecular que permite, entre otras cosas, diagnosticar con certeza enfermedades tropicales.

La calidad de su atención hospitalaria es reconocida en todo el país y fuera de él y, sin lugar a dudas, es pieza clave en la atención a los problemas de salud de los ecuatorianos, por lo que los ciudadanos nos consideramos en deuda y es justo mencionarlo cuando cumple un año más de servicio a la comunidad. (O)