Hasta el momento de escribir estas líneas no se conoce la decisión tomada por la Federación Ecuatoriana de Fútbol sobre la posibilidad de que el juego Barcelona-Emelec, que en esta etapa del campeonato tiene especial importancia, se realice sin la presencia de la hinchada de Barcelona en el recién remodelado estadio de Emelec.

El conflicto se presentó cuando directivos de Emelec anunciaron que no venderán entradas para el partido a los hinchas de Barcelona; la razón, según dijeron, es evitar hechos de violencia y destrucción de las instalaciones.

Cualquiera que haya sido la decisión final, es importante que reparemos en lo que significa que el fútbol, que es el deporte que más interés y hasta fanatismo despierta, se haya convertido en motivo de actos vandálicos y violencia, a tal extremo que de antemano se supone que hechos violentos y destructores van a suceder.

Sin duda es difícil, pero no se debe renunciar a educar a la hinchada de los diferentes equipos porque la violencia, como expresión de júbilo o de frustración, es reflejo de una sociedad que no ha aprendido a respetarse a sí misma. (O)